Cuando los datos están desordenados, las decisiones se complican.

Todos los días vas a recibir en tu mail recomendaciones sobre cómo transformar tus datos en acción.

Información que te ayudará a conectar puntos, crear historias con datos, ver patrones y tendencias.

Simplemente te suscribes (gratis) y listo.

Esto es algo que estresa a mucha gente y absorbe mucho de su tiempo productivo.

Está claro que los negocios están inundados de datos que se actualizan a cada instante y con muchas muchas interacciones en el día a día, pero, ¿Cómo dar sentido a todo eso? ¿Cómo convertir toda esa información en acciones claras y sencillas?

Tener en tu computadora cientos de excels abandonados, guardados en el escritorio, en alguna carpeta llamada «a revisar» y en «descargas» claramente no es la solución ideal.

Tampoco lo es que ocupes gran parte del tiempo en tareas operativas (y hasta repetitivas), en vez de realizar análisis más profundos y tomar esas decisiones que impulsen las estrategias.

Cada día, vas a saber cómo transformar tus datos en acción.

¿Qué significa transformar datos en acción?

Imaginá que tenés un jardín, pero no está realmente como lo querés. Entonces contratás un jardinero y revisa de manera muy cuidadosa cada planta y cada sector de tu jardín.
Una mañana te deja una nota que dice: Esta noche riega los jazmines antes de dormir.
Otra mañana la nota dice: Para el Lunes consigue semillas de Jacarandá.

… y así todos los días.

Hasta que un día el jardín está tal como lo querés.

De eso se trata, todos los días recibes acciones concretas.

Vas a pasar de crear gráficos genéricos (con títulos genéricos) a crear reportes empresariales que hablan por sí solos y transforman los datos en historias que inspiran a la acción.

De presentar una tabla dinámica con infinitas filas de números a crear narrativas que inspiran a la acción basadas en datos.

De mostrar sólo números a comunicar los resultados de manera sencilla y directa.

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